04 junio 2012

La velocidad de las cosas




"Había una vez un hombre que vivía cinco minutos en el futuro.

Cinco minutos y nada más que cinco minutos adelantado en relación al resto de los vientos y de los amaneceres, de las personas y de los animales de este planeta.

No es que semejante don le sirviera demasiado. No podía, por ejemplo, ganar fortunas en las carreras de caballos ni en la lotería. Tampoco hacerse rico iluminando profecías importantes. Cinco minutos era muy poco tiempo.

Apenas lo suficiente para saber que en cinco minutos iba a empezar a llover; que su insoportable primo golpearía a la puerta y el tiempo justo para apagar todas las luces; que el asesino era éste y no aquél en esa novela policial o en esa película; que ella iba a llamar por teléfono para regalarle o mentirle aquello que esperaba desde hacía mucho más que cinco minutos.

Contar cinco veces hasta sesenta. Contar hasta trescientos. Contar despacio como si se contaran postes de electricidad en el camino, autos, latidos del corazón, golpes.

El día en que el hombre que vivía cinco minutos en el futuro salió a la calle gritando que el mundo había llegado a su fin nadie le creyó, claro; pero tampoco tuvieron demasiado tiempo para reírse del hombre que vivía cinco minutos en el futuro."


"Mi madre siempre me aseguró que había dos formas de amarse: el amor de aquellos que se tomaban de la mano y emprendían el duro ascenso de una montaña, o el amor de aquellos que se tomaban de la mano y se arrojaban montaña abajo. Cuando yo le preguntaba si no existía alguna otra posibilidad, mi madre me obsequiaba una sonrisa triste de pastillas y balbuceaba un "Claro que sí: hacer volar la montaña por los aires con una buena carga de trotyl y que todo se vaya a la reverendísima mierda"."

Rodrigo Fresán, La velocidad de las cosas (Mondadori, 2002).

5 comentarios:

  1. Supongo que se encuadra este libro bien en lo que entendemos por ciencia ficción. Nuinca fue un género que me apasionara hasta que descubrí a Asimov. No sé pero algo de tu reseña me lo recuerda. Creo que este libro me va a gustar. También ocurre que en lo que llevamos de mes estoy encontrando en revistas y en otras reseñas muchos textos de ciencia ficción, ya me están entrando ganas de leer algo del género. Un abrazo :)

    ResponderEliminar
  2. Rodrigo Fresán me parece un excelente escrior del futuro. Su libro "El fondo del cielo" es también magnífico.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Yossi Barzilai: Pues creo que no, yo al menos no diría que es ciencia ficción. Este texto es un fragmento aislado dentro de un relato más largo. Diría que los relatos del libro son más bien realistas, y algunos de ellos metaliterarios (apuntes sobre una teoría del cuento, sobre el lector...) De ciencia ficción (o ficción científica, como prefieren llamarla los filólogos, académicos y demás) no he leído mucho, sólo algunos libros de Ray Bradbury y cuatro cosas aisladas, no he leído nada de Asimov, aunque sea uno de los clásicos del género. Creo que estaría bien que te acercaras a Rodrigo Fresán, no tiene por qué ser con este libro, pero me parece un autor interesante, de calidad, así que yo por supuesto que buscaré más libros suyos. Un abrazo.

    Trayectos ciegos: Hola, me alegro de que te guste Fresán. El libro que comentas lo he visto en la biblioteca, así que es probable que próximamente lo lea. También me gustaría "Jardines de Kensington" o "Mantra". Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. Me lo apunto. Me has convencido. :)

    P.D. ¡He vuelto!

    ResponderEliminar
  5. Perfecto, siempre alegra verte por aquí.

    ResponderEliminar